Casi todas las teles hoy en día son inteligentes, pero no es tan habitual que pase lo mismo con los monitores de ordenador. Tienen muchos hercios, resoluciones de vértigo y otras tantas tecnologías, pero casi siempre con el coco vacío. Así era el mío, hasta que decidí incrementar su cociente intelectual con la ayuda de gadgets de Google que tenía por casa.