La mayoría de los intérpretes de comandos (‘shells’) permiten al usuario crear y ejecutar sus propios ‘shell scripts’, programas comparativamente sencillos a causa de sus limitaciones de sintaxis, interpretados en tiempo de ejecución. Los archivos .bat de la vieja línea de comandos de MS-DOS, los .ps del actual PowerShell de Windows, o los .sh de Bash (y otras shells compatibles) en sistemas Unix son ejemplos de estos programas.