Imagina que juegas a Fortnite Battle Royale o PUBG con unas gafas VR, en tiempo real y sin latencias desde tu teléfono y mientras viajas cómodamente en un vehículo autónomo a 320 kilómetros hora. Y no, no se trata de una fantasía de ciencia ficción: el futuro de los juegos y tu vida en general están a punto de cambiar para siempre.