A principios de año se descubrió una vulnerabilidad en WhatsApp que permitía inyectar código en el dispositivo del usuario simplemente al recibir una llamada telefónica que no hacía ni falta de responder para ser infectado.
A principios de año se descubrió una vulnerabilidad en WhatsApp que permitía inyectar código en el dispositivo del usuario simplemente al recibir una llamada telefónica que no hacía ni falta de responder para ser infectado.