El idilio de Microsoft con Linux ya no sorprende a nadie. Al principio hubo mucho escepticismo entre la comunidad, imaginando que la compañía de Redmond podía tener intereses que jugaran en contra de los suyos. Pero con la cesión de 60.000 patentes, la llegada del kernel real de Linux a Windows 10 con el WSL 2, o la gestión que están haciendo de GitHub tras su compra, la mayoría de dudas se han disipado.