Aunque los resultados y posibilidades son de lo más alentadoras, empezar con este pequeño ordenador llamado Raspberry Pi puede dar un poco de vértigo: no tiene disco duro, ni carcasa, ni pantalla… pero abre las puertas a grandes proyectos a bajo coste – al menos atendiendo al precio de la placa –. Pero claro, teniendo cuenta que entre modelos industriales y “caseros”, generaciones anteriores y diferentes versiones encontramos más de dos docenas de Raspberry Pi, es fácil no tener claro cuál elegir.
Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.