La ola de transformación digital que ha sacudido el mundo en las dos últimas décadas ha empapado cada aspecto de nuestra vida cotidiana, incluida la educación. Ahora lo raro es ver papel y bolígrafo en las aulas, cuando hace apenas quince años lo extraño era encontrar un portátil sobre los pupitres. Pero el cambio digital no sólo ha redefinido la forma en la que los alumnos siguen las clases, también ha renovado y diversificado la forma en la que aprenden.