Mucho se habla de cómo la inteligencia artificial puede acabar con empleos. Un estudio hecho por OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT y GPT-4 ha concluido que podría llegar a acabar con millones de trabajos y, curiosamente, muchos de ellos son empleos que necesitan muchos estudios para poder llevarlos a cabo o que tienen mejores sueldos.