Dicen los expertos que la impresión 3D va a cambiar el mundo, porque muchos de los sectores que actualmente conocemos tendrán que adaptarse ante la revolución que supone que cualquiera de nosotros, en nuestra casa, seamos capaces de fabricarnos cualquier cosa: una taza, una cuchara, un marco para cuadros e incluso con maquinaria especial, una vivienda entera.