El año 2018 ha sido el año en el que hemos visto cómo Google, Facebook o Apple, impulsores de la tecnología que nos demanda constante atención en forma de notificaciones y nuevos contenidos, han decidido darnos herramientas de control del tiempo que pasamos con sus productos y formas de reducirlo. Y casualidad o no, también es el año en el que hemos descubierto que los tecnólogos de Silicon Valley, creadores de esta tecnología, prohíben o limitan considerablemente a sus hijos el uso de los productos que ellos mismos desarrollan.