Ahora viene el paso más importante: proteger tu Raspberry para que no accedan a ella ni hackers, ni crackers, ni nadie que tú no desees.
Vamos a suponer que tienes tu Raspberry conectada las 24 horas del día, todo el año. Entonces las posibilidades de que intenten acceder van a ser mucho mayores que si sólo la tienes conectada a ratos.
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