El camino que ha recorrido la informática personal durante las últimas cuatro décadas y media está lleno de altibajos. Algunas de las empresas cuyas contribuciones nos han traído hasta aquí, como Sinclair Research, Commodore o Amstrad, ya no existen. Otras siguen su curso, pero carecen de la relevancia que tenían en los albores de la informática personal, como Atari.